3º entrevistó a Patricio Barrio, periodista y escritor

Los chicos de 3º leyeron el relato "Ángel de la guarda" de Patricio Barrio, periodista y escritor. Luego, el autor los visitó y ellos le hicieron una entrevista acerca de su profesión. 

ENTREVISTA  A PATRICIO BARRIO 

a.                    ¿De dónde conoces a Sil? 

b.                    ¿Hace cuánto trabajas en la radio? 

c.                    ¿Sos una persona feroz y tierna como Mustafá? 

d.                    ¿Sos un poeta? 

e.                    ¿Mustafá es real? 

f.                     ¿Hace cuánto trabajas? 

g.                    ¿Cómo te inspiras? 

h.                    ¿Cómo haces hacer tantas cosas? 

i.                     ¿Hace cuánto conoces a Mustafá? 

j.                     ¿Cómo se te ocurrió el cuento? 

k.                    ¿Cuántos años tenés? 

l.                      Si sos periodista deportivo, ¿cómo haces para escribir poesía? 

m.                    ¿Conoces a Messi? 

n.                     ¿Desde cuándo escribís poesía? 

o.                    ¿En qué canchas fuiste periodista de fútbol? 

p.                    ¿Cuándo naciste? 

q.                    ¿Cómo se te ocurrió el nombre Mustafá? 

r.                     ¿Dónde naciste y dónde vivís? 

s.                     ¿Cuál fue tu primera poesía? 

t.                     ¿Cuántos años tenías cuando empezaste a ser periodista? 

Ángel de la guarda

"Ovejero manto negro". La vida me unió con Mustafá en el año 2002, cuando Pókemon disfrutaba su gloria. No paraba de moverme mientras lo esperaba.

Cruzó la puerta de madera blanca, con los ojos húmedos, miró a los costados, con la velocidad de un colibrí, y apoyó la cabeza en el suelo. Mis viejos me contaron que cuando se acercaron a los cachorros del criadero, eléctricos por un mimo, Mustafá se quedó acostado en el fondo para observar el espectáculo de sus hermanos.

Era distinto. Se sabía diferente. En el corazón de Mustafá convivía esa combinación, para mí fantástica, de ser feroz y tierno. Ambigüedades aplicadas a la perfección cuando correspondía. Distante y romántico, independiente y cariñoso, tenía algo particular en los ojos. Marrones. Nunca vi una mirada tan viva que, de imponente, podía parecer soberbia.

Mustafá atravesó mi vida entera. Son muchos años. Me cuidó las piernas en madrugadas frías, cuando él me sacaba a pasear a mí. Caminatas largas donde, cada media cuadra, me mirada sin titubear para ver si seguía su ritmo. Podría contar miles de sus anécdotas.

Sin querer entrar en el golpe bajo, intención que está muy lejos, cuando Mustafá se fue sentí que alguien se llevaba una parte mía. Me la arrancaba. Es una sensación extraña, quizás irrepetible, pero que entendí con el tiempo: se había ganado un pedazo mío. Sin lugar a duda, yo aprendí mucho más de él que él de mí. Estaba bien que eso pasara.

Mustafá no entendía de cuestiones superficiales, falsedad, traición, mentiras y otros vicios del ser humano. Sus principios eran infalibles. No importaba la situación: iba a estar ahí. Con la cara y el cuerpo. Nunca vi miedo en Mustafá (solo le tenía respeto al desodorante Poet porque había mordido uno, de cachorro, y le explotó en la boca).

Quizás, sin proponérmelo, intento que mis valores sean parecidos a los de Mustafá. Uno de los corazones más fuertes que apreté.

En mi brazo ahora está mi hermano. Guerrero, cariñoso, temerario, compañero y seductor. Podría decirse que es el ángel de la guarda que elegí.

...¡Siempre Mustafá!